La receta es ésta:
- Kinder (3 años)
- Primaria (6 años)
- Secundaria (3 años)
- Preparatoria (3 años)
- Universidad (de 3 a 7 años)
Póngase todo en un molde previamente embadurnado con deberes
y obligaciones y agregue veinte cucharadas de prejuicios sociales. Revuelva
bien, hasta formar una masa donde las individualidades se fundan de tal manera
que la uniformidad de la pasta no deje dudas acerca de su integración total y
asegúrese de que los grumos y reclamos desaparezcan. Vierta licores amargos de
bilis de maestro y lágrimas de niños y unas cuantas amenazas de mediocridad.
Cuando ya esté bien asustado proceda con el rodillo de la moral y aplánelo
hasta formar una gran tortilla. Rellene con futuros preestablecidos y
oportunidades limitadas y haga rollitos de idéntico tamaño y forma. Si por algo
no quedaran igualitos, hágalos a un lado y quédese con los que no representen
problemas. A los otros déjelos en la mesa de cualquier psiquiatra, que ya sabrá
qué hacer con ellos. No se deje reposar. Adórnelo con medallas y diplomas y
sírvalo inmediatamente en los platos que tengan espacio, sin importar si son
los indicados o no. Si su paladar es más exigente, puede agregar una
especialidad (o varias) y disfrutarlo plácidamente acompañado de botanas
obreras y un buen vaso de sudor campesino.
1 comentario:
Me encantó!
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