viernes, julio 27, 2012

ONE, TWO,THREE



2005








Digo:
Árbol, rama, chango, trompa, beso, tibio, agua, río, pies, uñas, tigre, balas, acero, moneda, mano, reloj, oficina, traje, loción, madera, cuadro, Modigliani, flacos, hambre, plato, extraterrestre, radio, humor.

Dices:
No tengo tiempo para tus idioteces.

Respondo:
Hace mucho tiempo, en un reino muy lejano, tú querías que mi voz no dejara de temblar en el espacio que ocupaba mi brazo alrededor de tu cintura.

Argumentas:
La sociedad es un pozo infesto de prejuicios. La tecnología, el consumismo, la falta de ideales, la flauta del burro, el rucio de Sancho ya no puede pastar sin peligro de masticar trigo transgénico, Dante se jode porque el infierno está en horario estelar, a Ulises le destruyen el navío por computadora, Mefistófeles pierde al ajedrez con Fausto y Maradona jamás dejará de drogarse.

Repongo:
¿Y qué me importa? Yo lo que quiero es que me dejen dormir, que hoy no tengo ganas de saber cómo me llamo, de cuál calzo, qué me gusta escuchar, qué hay de comer, cómo te llamas, dónde vives, en qué o quién crees, por qué estás tan estúpidamente indignada con lo que pasa, pasará y seguirá pasando trescientos siglos después de tu muerte.

Exclamas:
Estás vacío.

Adivino:
Estás menstruando.

Replicas:
Sí, pero eso no tiene nada que ver.

Interrogo:
¿Qué se supone que debo de sentir o hacer?

Ironizas:
¡Nada!, seguir durmiendo.

Termino:
Bien, me alegra saber que estamos de acuerdo.

Matamoscas*

Ilustración: Zertuche Slecht Leven, Aguascalientes, Ags. México. 2012. Iba a sentarme a escribir pero me puse a matar moscas. No ...