2007-02-26
Hey,
Corazón,
Tengo dos manos ansiosas por escribirte lo mucho que te quieren escribir, pero nomás no saben cómo, no se ponen de acuerdo en el qué, el matiz, el tono, la figura, el aliento, el sentido concreto de esto que aparece de vez en cuando en la mirada, de vez en cuando en mis oídos, como un algo que no sé qué pedo, algo que eres tú sin serlo, cosas raras que traen pegada tu forma de andar, tus ojos quietos, tu cuerpo largo, a Hendrix, a Isabel y Lucrecia, y tus bracitos de agua, y tus nalguitas de niño nalgón, y tu voz clara, liviana, hipnotizante, floja, floja, floja, tirada en la cama, sonriendo, desnuda, hermosa, vamos a comer gorditas de chicharrón, abramos las persianas que de todas formas están abiertas, bailemos en cada semáforo rojo, tiremos la hueva al compás de una fuente dominguera, la marcha de Zacatecas, el centro de la nación, chocos de fresa, esquites subtitulados, Bill Whithers canta ain’t no sunshine wen she’s gone, y la pila de libros inútiles me ac…